Más que gustoso estaba por su nuevo trabajo. ¿Qué más se podía pedir que leer todo el día cómodo en ese acogedor lugar?.. A pesar de que también la naturaleza lo fascinaba, aventurarse en esas impredecibles historias escritas era uno de sus pasatiempos preferidos.
Estaba sentado, sonriendo extrañamente, con un libro pequeño en la mano. Éste era de poesías, algo que le encantaba.
Estaba sentado, sonriendo extrañamente, con un libro pequeño en la mano. Éste era de poesías, algo que le encantaba.