Kiray Gokudera Vie Mayo 08, 2009 12:44 am
Al estar poco centímetros de la bomba nisiquiera se había asustado, pues miles ya le habían explotado en la cara. Sin embargo, tenía demaciados planes como para dejarse vencer.
Estiró todo lo que pudo la lengua y, quemandose y sintiendo el dolor de su vida, apagó la mecha.
Cayó luego al suelo ya con los brazos desatados, observando de reojo las bombas de tiempo pegadas a las ramas de al lado del chico, que había puesto al estar cerca. Cerró los ojos tranquilo y escuchó el estruendo, separando luego los párpados y observando al muchacho todo quemado.
-Mate... Gané, ¿no le parece?